Releyendo el texto de Enrique Dussel “Europa, modernidad y eurocentrismo”, puedo apreciar que el concepto de Modernidad tiene aristas que es importante analizar, ya que se describe a partir de dos definiciones que difieren entre ellas pero que se “complementan” si las estudiamos desde una mirada histórica.
El primer concepto tiene relación con el eurocentrismo, acá debemos entender la modernidad como un proceso que tiene como propósito superar la inmadurez a través de la razón, es dejar lo “bárbaro” para privilegiar el desarrollo; además, se le llama eurocéntrico principalmente porque los fenómenos se dan dentro de Europa, y sólo esto basta para explicar la modernidad y todo lo posterior a ésta. Un segundo concepto tiene relación con el ámbito mundial, en este caso debemos entender la modernidad como todo proceso que sea centro de la historia mundial. El concepto que se escoja para entender la Modernidad dependerá quizás desde donde estemos mirando la historia y de cómo nos planteemos la consecuencias que trae la Modernidad.
Al mencionar que estos dos conceptos se complementan, hacía referencia a que existieron bastantes fenómenos europeos que pudieran considerarse como “modernos” o como punto de partida de la Modernidad, tanto porque fueron la emancipación de la inmadurez o por ser centro de la historia, o más aún por ambas. Por ejemplo, España, que con la conquista de América Latina fue el “centro” de la historia porque abrió el mercantilismo mundial, pero a la vez subyuga a los habitantes de aquel continente con la excusa de superar la inmadurez y explicado desde esta visión eurocentrista.
Siguiendo estos lineamientos, puedo aludir al texto de Robert Nisbet “Formación del pensamiento sociológico” (capítulo ‘Las 2 revoluciones’), en donde explica el impacto que tuvieron la Revolución Industrial y la Revolución Francesa en la emergencia de la sociología. Puedo decir que estos dos fenómenos fueron procesos de Modernidad, ya que si lo relacionamos con ambos conceptos descritos por Dussel, coinciden en las dos definiciones. La emergencia de la sociología se le debe atribuir principalmente a la caída del viejo orden mundial provocado por estas dos revoluciones; el viejo orden dejó atrás principios sociales enmarcados profundamente en la vida de las personas y la revolución o la democracia trajo consigo muchos conceptos nuevos nunca antes incorporados, lo que dió paso a los intelectuales a analizar y repensar todo lo que estaba sucediendo. Así, la sociología emerge ante la riqueza de conceptos sociológicos (industria, proletariado, fábrica, clases sociales, propiedad, etc.).
Por último, el concepto de Modernidad se puede comprender definitivamente a través de estas revoluciones, ya que marcan de tal forma la historia de la humanidad que son el “centro” durante décadas, además trae consigo tanta ideología que se supera la “barbarie” del viejo orden, y por ende se puede decir que la emergencia la sociología surge por procesos de Modernidad.
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